RODEEMOS EL CONGRESO.
JUSTICIA y DERECHO
En el Mundo en que vivo los pobres son cada vez más pobres y
una ínfima minoría de ricos cada vez más ricos. El Derecho protege un sistema
económico basado en el poder del dinero. El dinero está en manos de unos pocos.
Esos pocos modelan un sistema económico que acentúa la injusticia social, la
desigualdad, la pobreza y la soledad del individuo. Unos gobiernos al servicio
descarado de los rentistas y capitalistas sin escrúpulos, trafican con la
libertad y con la vida. Mercaderes sin respeto a la dignidad humana que
especulan con los alimentos y que degradan y arrasan los, cada vez más escasos
y deteriorados, recursos Planetarios.
¿Qué futuro puedo esperar para mí y para las próximas generaciones,
si además de empeorar la subsistencia de los países que tradicionalmente han
sido espoliados y masacrados por Occidente, se están degradando vertiginosamente
las escasas conquistas sociales alcanzadas por un pequeño sector de los seres
humanos?
La justicia material
puede obedecer a uno de los siguientes criterios:
1.- “A cada uno lo
mismo”
2.- “A cada uno según lo
establecido por la ley”
3.- “A cada uno según
su rango”
4.- “A cada uno según
sus méritos o capacidad”
5.- “A cada uno según
su trabajo”
6.- “A cada uno según
sus necesidades”
La Justicia
necesita del Derecho como vehículo necesario para manifestarse en la sociedad. El Derecho necesita la
Justicia si quiere llamarse Derecho, es decir, no llamarse fuerza o
arbitrariedad.
La justicia
debe ser,
por tanto, el elemento esencial del
Derecho.
No la seguridad o la fuerza. Podemos asegurar que hoy y siempre, en mi opinión,
existen y han existido leyes que no son Derecho. Y lo más importante existe Derecho por encima de las leyes. En el juicio de
Nüremberg, fueron condenados unos hombres que habían obedecido y
ejecutado las normas del gobierno nazi. Fueron
condenados por infracción de los principios básicos del Derecho y de las
exigencias de Justicia. El Derecho que
aplicaron era radicalmente injusto, por tanto, no debía haber sido aplicado.
Los positivistas partidarios del la sobrevaloración de la
función de seguridad que el Derecho debe cumplir, defienden que la justicia que
recojan las normas es indiferente a la hora de considerar esa norma como
plenamente aplicable, porque la sociedad debe apoyarse en un orden seguro y
efectivo. Por consiguiente, según este
pensamiento no es esencial que las normas jurídicas sean justas en su
contenido.
En mi opinión la justicia es el requisito
esencial y constitutivo del Derecho. No puede haber una norma que sirva a la
injusticia y hoy hay muchas.
Normas que anteponen los
mercados a las personas. Normas que favorecen el enriquecimiento de los más
ricos a costa del empobrecimiento de lo más desfavorecidos. Pérdidas de
derechos en educación, sanidad, justicia, cultura, libertad de expresión y en
lo que debe ser y representar el gobierno del pueblo y la manifestación de sus
deseos en los asuntos más importantes: La Democracia real.
Radbruch, defendió que el Derecho
estaba integrado por tres grandes valores justicia, seguridad y adecuación al
fin. Llegó a decir que la seguridad jurídica, la paz y el orden priman sobre la
justicia. Tras la Segunda Guerra Mundial atribuyó una mayor importancia a la
Justicia, negando como auténtico Derecho cuando ,en él, la injusticia es manifiesta y extrema.
Esto es lo que, los llamados representantes de los ciudadanos, parecen haber
olvidado: el Derecho ha de ser portador de justicia, como requisito
constitutivo, fundamental e indispensable, si quiere cumplir su función esencial, la de conseguir la convivencia ordenada y pacífica de los hombres. En otro
caso será un Derecho no vinculante. Ese derecho aparente solo serán unas normas
impuestas por la fuerza. El Derecho radicalmente
injusto no es Derecho.